I feel it in the water.
I feel it in the earth.
I smell it in the air.
Much that once was is lost, for none now live who remember it.
El Mundo ha cambiado. Y yo, creo que también. No sé si a mejor o a peor. Pero a distinto.
He dejado en el Lieja algunas cosas (y no me refiero sólo al chándal que Casado no me envío por correo), pero me he traído otras (y no me refiero sólo a la manía de llevar sombrero).
Panta rei, que diría algún filósofo. Y yo qué sé.
Seguiremos informando (espero).
4 commentaires:
Ya... nada es igual que antes de irte de erasmus, yo estoy contenta de los cambios. Bueno, de casi todos. Diré que stoy contenta con todos los cambios que he experimentado en mi misma.
Supongo que a todo el mundo le pasa.
La semana que viene una cañita? Tengo curiosidad por saber que cambios te ves, y hay poca gente con la que pueda hablar de los mios y que los entienda (al menos aqui jaja)
Un beso!!
¿Acaso es malo que las cosas cambien? Es inevitable, entonces no puede ser malo. O eso creo yo. Todo bien para bien... o al menos está bien pensarlo ;)
¡Un beso!
En lo que llevo en pie sobre el planeta me he dado cuenta de dos cosas fundamentales:
1.-La gente no cambia, evoluciona.
2.-Sin evolución no hay vida, ni recuerdos, ni amigos... ni nada.
Enhorabuena, pues.
^^
Hatsumi (un chino de esos) suele hablar de eso.
Lo llama "la infinita variedad del ninpo taijutsu".
Dice (escribe) que nada es igual aunque sea lo mismo.
Los millones de matices en cada brizna de realidad.
Lamentaría tener que llevar la contraria a todo el mundo, pero sí. Hay cambios a mal. A peor y a espantoso.
Y la gente sí cambia. Y hay quien no evoluciona. Hay quien involuciona incluso. Y que algo sea inevitable no lo hace bueno.
No me hagáis cambiar de opinión, que llega noviembre.
Sin embargo, una cosa diré.
A Lieja se fue un chaval que era un mindundi.
Y ha venido un hombre, que es además un amigo.
Di amigo y entra, coño.
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